¿Quién soy yo?

Me llamo Carolina, soy farmacéutica, PNI clínica, instructora de Breathwork, terapeuta holística y una apasionada del cuerpo humano. Desde pequeñita siempre me preguntaba si habría otras maneras de curar que no fuera solamente con medicamentos o fármacos. Mi vena investigadora me llevó a iniciarme en la Medicina Tradicional China y de ahí a la medicina de estilo de vida. A lo largo de este camino me di cuenta de que abordar la enfermedad desde un punto de vista holístico, contemplando el cuerpo humano no sólo como un cuerpo físico, sino también incluir el cuerpo emocional, mental, energético y espiritual, era para mí el camino más acertado para recuperar la salud.
Por todo esto, hoy en día ayudo a mujeres con cáncer de mama o que ya han pasado por ello, a quererse de nuevo delante de un espejo, recuperado el control de sus vidas.
Un viaje heróico
Esta enfermedad supone una profunda crisis y sacude todos los aspectos de tu vida, además de poner a prueba todas tus relaciones significativas. Cuando el cuerpo cae preso del cáncer de mama, empiezan a surgir preguntas espirituales acerca del sentido de la vida. Y desde mi punto de vista, el retorno hacia la salud dependerá mucho tanto de una profundización de las relaciones como de la implicación con la propia vida espiritual.
Aunque las visitas al hospital constituyan bajadas al inframundo, cuando estamos preparadas para actuar con contundencia, siempre aparecen fuentes internas inesperadas de fuerza y valor, y paso a paso esas cualidades halladas, junto a las lecciones aprendidas a lo largo del proceso oncológico, te van creando una nueva identidad.

La medicina con sus avances así como los médicos y oncólogos atienden perfectamente la enfermedad. Pero quién atiende la experiencia humana de esta enfermedad? Hay necesidades que no están atendidas por la medicina. No dejemos la situación sólo en manos de los médicos. Aprendamos nosotras mismas a gestionar nuestras emociones, nuestro miedo, nuestra ira, nuestra frustración, nuestra desesperanza, nuestra soledad.
Nuestro cuerpo tiene la capacidad de autoregenerarse, pero cuando existen factores internos y externos que lo intoxican, llega un momento en el que el cuerpo ya no puede regenerarse. Cuando el cuerpo ya no tiene las herramientas para volver hacia atrás en la salud, se enferma. Pero que yo tenga un cáncer de mama no significa que yo no pueda recuperar la salud o no pueda estar saludable para enfrentarme a todos los obstáculos que me pueda encontrar por el camino. ¿Cómo se puede lograr? Actuando a la vez sobre los diferentes sistemas del cuerpo.
Integrar los conocimientos de la medicina convencional con los de las medicinas ancestrales, como la medicina tradicional china, nos va a ayudar a tolerar mejor los efectos segundarios de los tratamientos y a prevenir recidivas.
Cambiar la percepción de esta experiencia humana es posible.
Caminamos juntas?